A través de esta columna, en reiteradas veces hemos expresado nuestra posición personal, frente a la explotación de los yacimientos de oro e la parte alta del distrito de Huacllán, provincia de Aija. Hemos criticado inclusive la Ley mal dada de Minería, bajo cuyo amparo las empresas transnacionales vienen destrozando el ecosistema de los pueblos del Perú profundo; contaminando sus suelos agrícolas, aguas de buena calidad, pantas, animales y el aire, generando no solo malestar, sino graves enfermedades en la población cercana a loa centros de explotación del oro.
Como es su estilo las empresas mineras, utilizan todos los medios a su alcance para ingresar a tierras comunales, como el es caso de la Comunidad Campesina de Quilla Ayllu de Huacllán, jurisdicción en la que la empresa minera Barrick Misquichilca S.A. ha denunciado todo el ámbito distrital, inclusive el área poblacional; denuncio que el ministerio de energía y minas ha dado su visto bueno; por otra parte, Barrick M. ha utilizado a las autoridades y dirigentes del distrito, a quienes en base a dádivas, comilonas y borracheras les ha convencido, que en la explotación del oro de Huacllán no habrá contaminación, mas bien la comunidad saldrá ganando; afirmación por demás falsa que algunos ciudadanos aprueban por recibir centavos de regalos de parte de la empresa.
En estas líneas; una vez más exhorto a mis paisanos de Huacllán, que despierten y defiendan el recurso mas valioso que nuestros antepasados nos han dejado; porque el oro no es solamente de la actual generación, sino de todas, inclusive de los que ya se fueron y las que vendrán, por lo que es totalmente injusto que los actuales ciudadanos y comuneros acepten que la empresa Barrick M. se lo lleve, dejando no solamente sin oro a Huacllán, lo peor, contaminando todo; si esta empresa llega a explotar con la actual tecnología que posee, de todos modos habrá contaminación ambiental; y el día que se vaya dejará destruido nuestro ecosistema, ninguna cosecha, de tubérculos o granos será sana y aparecerán problemas de salud; las límpidas aguas de Rucru, Shacán, Huamán, y otros ya no serán saludables, contendrán minerales de plomo, aluminio, cobre y otros que son nocivos para la salud del hombre y sus animales; y sus cultivos absorberán por sus raíces y estomas esos minerales y sus cosechas estarán contaminadas.
¿QUE HACER FRENTE A ESTA REALIDAD?
Barrick M. mantendrá su posición y derecho que le ha otorgado el ministerio del ramo, y si la población se opone, puede utilizar la fuerza policial, como han hecho otras empresas en el norte y sur del país; si ya no es posible impedir, pero que hay grandes posibilidades de hacerlo en defensa de nuestra soberanía distrital; las autoridades y dirigentes y el pueblo en general debe poner condiciones, que pueden ser las siguientes:
Que se capitalice el oro como aporte del distrito en la explotación, y el aporte de Barrick M. en maquinaria, mano de obra y dirección técnica; en el balance contable de las utilidades netas le corresponda a Huacllán, en función al % de aportación.
Que la entrega de las utilidades al distrito se haga en cada retiro del oro de Huacllán; caso contrario la empresa paralice toda actividad.
Durante la explotación no se utilicen las aguas de Yanco, Huamán, Rucru, Shacán y otros.
Las condiciones mencionadas son razonables y no permiten discusión alguna, porque la matera prima que es el oro es de Huacllán, lo único que hará la empresa es sacar de las betas, procesarlo y/o purificarlo y venderlo.
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